Qué excelente pizzería, por desgracia solo lo descubrimos en nuestra última noche en Florencia. El dueño trabajador cocinaba y servía nuestra mesa. Gran variedad de deliciosas pizzas disponibles. Encantador ambiente acogedor y el propietario es un tipo amable y sonriente. Tomamos dos pizzas, agua, una cola y una BOTELLA de vino por 30 € que hemos estado pagando alrededor de 75 € la noche en otros lugares. La pizza era increíble, ligero, fresco y sabroso.
Pizzeria piccola e informale ma accogliente appena fuori dal centro di Firenze. Il pizzaiolo si occupa anche di prendere le ordinazioni e portare le cose al tavolo ma, nonostante questo, il servizio è abbastanza veloce. La pizza è buona e ben condita e i prezzi sono molto contenuti (25€ per due pizze, acqua e una birra grande).
Consigliato!