Paramos aquí en nuestro último día para almorzar.
El personal era muy servicial y atento.
Las bebidas eran frías como el hielo y la comida era muy sabrosa. Si solo lo hubiéramos encontrado antes (en nuestra puerta de metro y hotel) podríamos haber tenido una perspectiva totalmente diferente a los puntos de venta de comida en Milán (ver comentarios anteriores). Gracias por su excelente comida y servicio.