Nuestra primera noche en Roma y tuvo la suerte de encontrar una joya de un restaurante.
La pasión del chef brilló en las delicias culinarias que experimentamos en este restaurante.
El momento en que entró por la puerta, el personal era extremadamente servicial, bien informado y educado. Una gran selección de vinos y maravillosos desiertos.
Fue una noche perfecta, ya reservado de nuevo.