Cada vez que visitamos a la familia, una visita, con ellos, a este restaurante es siempre una ‘must’. Por lo tanto, esta no es la primera ni la última vez.
¿Por qué?
Simplemente por la familiaridad, la calidad de los productos que cultivan y utilizan, la cocción y el sabor de los alimentos, esas pizzas de ‘metros - largos’, el servicio y la música en vivo de fondo.
Sin duda vale la pena una visita para cualquiera que busque comida típica del sur de Italia en buena compañía.