Barred In Roma

What a jewel of place. Using locally sourced ingredients in modern combinations produces truly delicious, maybe even daring, dishes that satisfy and delight. Paired with any number of interesting wines (we had a bottle of an bio-orange wine produced close to Rome and we finished with a good Sidra cider from Spain), you will be delighted if you are looking for something beyond the traditional pasta fare found in most restaurants.

Refined, quality food, good beer, and a warm welcome. It's worth a visit and a careful look at the menu before making your choice: enjoy!

A small restaurant near Re di Roma with outdoor dining options. The staff are all very friendly, and the service is more than adequate. As for the menu, I'd say it's very interesting. The wine pairing by the glass is truly interesting and excellent value.

Really nice restaurant in the S. Giovanni area. All your favorite Roman flavors done in a modern way. Good wine selection and great and friendly staff

Barred is an urban and minimal place. The simplicity of the furnishings allows the kitchen to stand out and be the absolute protagonist. The menu, always different, is constantly evolving according to seasonal ingredients, often belonging to distant culinary traditions and capable of giving the dishes a cosmopolitan character: every bite is a journey around the world while remaining a stone's throw from San Giovanni

Coming back is always a pleasure, to discover new flavours and taste new wines

Great selection of wines, different dishes from the usual. Highly recommended

Tasty unusual dishes with many vegetarian options. A nice wine list with many organic wines from the region. The service was friendly and attentive. Only the music was quite loud inside and because the floor was made of tiles, the acoustics were not that good.

I love every dish of this place, and also the staff who are super kind and helpful. The food is something surprising, not at all banal. I go back there every time I can!

Reservé este pequeño bistró después de leer un escrito entusiasta - en una guía sobre “nuevos lugares para comer en Roma.” La crítica prometió platos creativos construidos alrededor de ingredientes sobresalientes, por lo que mis expectativas eran altas. El entorno es acogedor y muy bien decorado, a diez minutos a pie de San Giovanni. La música de fondo suave y una camarera alegre le dio a la habitación un ambiente agradable, incluso a la hora del almuerzo. El menú, sin embargo, fue una sorpresa: cambia a menudo y, en nuestra visita, solo enumeró un puñado de platos, en su mayoría postres y tostadas. Ninguna de las placas mencionadas en el libro estaba disponible. Entre los tres probamos el hummus de garbanzos, una tostada de aguacate, y carne asada cubierta con salsa de tonnato de vitello. Todo estaba fresco y sabroso, aunque completamente frío; habíamos esperado al menos una parte principal caliente. Las bebidas son un punto fuerte: un ojo - línea de captura - de vinos pequeños - lotes y cervezas artesanales. Si no eres un conocedor, prepárate para algunas etiquetas (y precios) aventureros. Hablando de precios: la comida en sí se sentía alta para una oferta tan limitada, y nos cobraron extra por una segunda porción muy pequeña de pan (tres rebanadas). Al final gastamos alrededor de 100€ , lo que me pareció empinado dada la simplicidad tanto de los platos como de la configuración de la mesa (sin colchonetas, cubiertos mínimos) . Incluso tuve que caminar hasta el bar dos veces para pedir otra botella de agua. En resumen: los ingredientes de calidad y el servicio amable le dan al lugar una calificación aprobatoria, pero el menú pequeño y la factura pesada significan que probablemente no volveré. Si tienes curiosidad y estás cerca, vale la pena intentarlo, solo tienes que gestionar tus expectativas y tu presupuesto.