Nos dijimos que nos saltaríamos la pasta. Luego nos sentamos en Punta agli Schiavi y nos informaron del especial diario. Raviolis con relleno de mascarpone, pera y pecorino, en una salsa ligera con pequeños tomates cherry. Así que, sí, podríamos hacer una excepción. Y fueron un triunfo: ligero, delicado, delicioso.
Y lo que siguió también fue maravilloso. En esta región, piensas que piada, vale piada, ya lo hemos tenido. Pero esta piada con fino, casi hasta el punto de desaparecer, con un ligero brillo de aceite de oliva y fragante a romero. Lo comimos con el antipasto de capicolla, haciendo pequeños bocadillos. Siguieron porciones de asado de cerdo, asado de cordero, y puede haber habido algún asado de conejo arrojado allí para buena medida. Acompañantes de alcachofas y acelga y bietola. Agua y vino, café y sorbetes. En resumen, satisfactorio y memorable. Sin duda volveremos.
La ubicación de Punta degli Schiavi es Santa Marina Alta, a lo largo de un tramo de carretera costera que corre hacia el norte desde Pésaro llamada “la panorámica”. Pasarás por los viñedos y respirarás con vistas al mar. A lo lejos tierra adentro se espía el castillo de Gradara, famoso en la historia de Paolo y Francesca.
Sobre el nombre, Punta degli Schiavi. Nos dijeron que cerca, el Valugola fue una vez un refugio para los piratas y el movimiento de contrabando. Fragmentos de cerámica encontrados en la baía datan del siglo II antes de Cristo. Quizá haya trata de personas además de piratería. De ahí el “schiavi”, la palabra italiana para esclavos.
Christian salió de la cocina para saludarnos. Tuvimos una larga charla. Sin duda, volveremos.
RickB_11
.
30 Marzo 2025
10,0