Pedimos una cerveza y un aperitivo junto a una tabla de fiambres, pernil, queso y un cole con una salsa increíble de la casa. Todo por un precio muy económico. Está ubicado fuera de la zona turística en una calle llena de bares, es para hacer un tapeo y copas, por lo que para una parada caída la tarde fue excelente opción. visitamos más de uno pero este sin duda ha sido el mejor. La atención de Yelena que además habla 3 idiomas fue increíble. Regresaremos sin duda en nuestra próxima visita a Roma!