¡Una joya escondida para los amantes del helado!
Este lugar se ha convertido rápidamente en mi elección - para ir a tomar un helado - vengo aquí cada semana! El ambiente es cálido y acogedor, y es fácil sentirse como en casa, especialmente gracias al propietario Nico, que siempre es amable y amable. He probado muchos sabores diferentes, y cada uno es absolutamente delicioso. Tanto si eres un cliente habitual como si estás de paso, ¡esta heladería merece una visita!