Hermosas vistas y gran pizza. Este restaurante en Giudecca es un lugar encantador para alejarse de las multitudes en Venecia. Solo un paseo en barco muy corto desde la isla principal.
La comida riquisima, los camareros majisimos y aunque no hablan español te entienden perfectamente, los postres caseros y en general super bien de precio, los baños grandes y muy limpios
Aun que cerraban a las 14:30 nos antendieron super amables
100% recomendable