Excelente restaurante familiar. Comemos aquí regularmente durante nuestras últimas cuatro visitas a Roma. Personal amable, atento pero no intrusivo. Gran calidad de alimentos recién cocinados a precios razonables.
Tienen un menú fijo, junto con comidas suplementarias "black board".
Hemos hecho de este nuestro restaurante habitual cuando visitamos Roma, y seguiremos haciéndolo.
Muy recomendable.